“La vida es un esfuerzo interdependiente, cooperativo. Todos y cada uno de los organismos vivos tienen un papel que desempeñar en la supervivencia de otros organismos” – LRH
Cuando estamos muy jóvenes, sin mucha experiencia ni capacitación, comenzamos como “Doers”, una frase del Ingles que significa “Hacedores”, porque estamos en la etapa en la que solo sabemos “Hacer Cosas” .
Desafortunadamente muchas personas se quedan en esta etapa sin explotar al máximo su potencial y cuando se les pregunta: ¿Cual es su experiencia? responden cosas como ” Yo se lavar los autos muy bien” “Yo tengo buena experiencia en archivar documentos, responder llamadas” y demás tareas similares. Eso está bien en esas etapas de la vida, además porque todos los oficios son dignos y necesarios en la sociedad.
El tema es no quedarse como “Doers” y evolucionar hacia “Producer” que quiere decir Productor. En contraste, cuando se le pregunta a un Productor, ¿cuál es su experiencia? te responden cosas como “Yo tuve mi propio negocio que generó X suma anual de dinero” “Mi equipo y yo vendimos X cantidad de dinero en 3 meses” “Tengo 2 productos patentados” “Tengo mi propio negocio de BarTender” “Soy creativo en arte digital”… etc, estos son pequeños ejemplos que permiten diferencias a un “Doer” de un “Producer”.
Todos tenemos no solo una habilidad especial, sino que además tenemos un Propósito que cumplir, para lo cual nos fueron dadas nuestras habilidades.
El Ikigai, una filosofía milenaria del Japón nos explica que para entender nuestra existencia podemos empezar por entender como combinamos los elementos que nos a cercan a tener vidas plenas. Para ello podemos ver las intersecciones de:
- Lo que amamos o lo que nos gusta hacer
- Lo que podemos hacer para vivir en un mundo mejor, como podemos contribuir a lo que el mundo necesita
- Lo que podemos hacer bien, aquello en lo que somos buenos haciéndolo
- Y aquello por lo que podemos recibir ingresos, por lo que nos pagan
La superposición o combinación de los cuatro elementos, nos da nuestro ‘ikigai’. El sentido de propósito de nuestra vida, nuestra razón de ser. Cada uno de nosotros tiene cierta inclinación que nos puede llevar a privilegiar el éxito profesional o a seguir nuestra vocación por encima de todo o a responder a nuestra pasión, o a desarrollar nuestro sentido de misión.
Conéctate con tu Pasión, lo que disfrutas hacer. Encuentra tu Misión porque el mundo te necesita. Prepárate para que puedas hacer de ello tu profesión, por lo que te paguen como retribución. En ese balance encontraras… Tu razón de ser en la Vida…
