Una gran parte de los problemas de efectividad y sufrimiento que enfrentamos en el mundo actual, en el mundo empresarial y en la vida personal, están relacionados con incompetencias que presentamos en la forma de conversar y relacionarnos con otros.
Muchas personas sufren por su incapacidad de ser escuchados, por su dificultad para reclamar o por su dificultad para reconocer el trabajo de otros.
La Comunicación es el “Disolvente Universal” de allí el dicho “Hablando se entiende la gente”. Estamos vivos en la medida en que seamos capaces de comunicarnos. Nuestra evolución como raza, está directamente asociada al hecho de haber desarrollado formas y vías de comunicación. En nuestros tiempos, con la apertura global que nos trajo Internet, la comunicación adquiere una mayor relevancia.
El conocimiento, la tecnología, el comercio, las noticias, las experiencias, el contacto con las personas a distancia, nuestras opiniones, etc, tienen ahora literalmente un alcance global. Pero no solo eso, también nuestro éxito, la calidad de nuestras relaciones interpersonales y la manera como influimos en otros, dependen fundamentalmente de cómo nos comunicamos.
Por esta razón, es de vital importancia obtener el conocimiento y desarrollar la habilidad para comunicarnos de manera “efectiva”.
“Las conversaciones hacen las relaciones”. Así como conversamos vamos creando vínculos y redes de contactos con los demás… y estas relaciones pueden ser vacías o profundas, tóxicas o saludables. Cuanto más sabemos comunicarnos con los demás, mayor es nuestra expansión, nuestro espacio, nuestro mundo”.
Escuchar con atención y duplicar lo que la otra parte está comunicando, estemos o no de acuerdo. No manifiestes tu desacuerdo inmediatamente, sin antes escuchar. Fíjate como sucede en un juicio o en un debate.
Anímate a Escuchar sin interrumpir. Practícalo!
¡La mayor habilidad en la comunicación es ESCUCHAR!
Amalia Abril, 2019
